Por:
Sylvia Conzuelo
Un peligro de la sociedad que va en incremento.
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Un peligro de la sociedad que va en incremento.
El término “bullying” es un
anglicismo que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española
(RAE), pero cuya utilización es cada vez más habitual en nuestro idioma. El
concepto refiere al acto de conducta agresiva, ésta
se repite con el fin de hacer daño deliberadamente a otra persona, puede ser de
manera física o mental. El acoso se caracteriza en un individuo por comportarse
de una determinada manera en el que se desea ganar poder sobre otra persona.
La palabra “bullying”
describe un modo de trato entre personas. Su significado fundamental es:
acosar, molestar, hostigar, obstaculizar o agredir física o mental a alguien.
Hay diferentes
tipos de “bullying”: el físico, que son los empujones, patadas, agresiones con
objetos, etc. Y se da con más frecuencia
con niños de entre 11 y 13 años. El verbal, que son los insultos, menosprecios
en público, resaltar defectos físicos, etc. Y el más habitual que es el
psicológico, en este tratan de minimizar la autoestima del individuo y fomentan
su sensación de temor. Y por último el social que pretende aislar a la persona
del resto del grupo o compañeros.
En el bullying
hay 3 participantes que son:
·
El agresor: quienes suelen ser
fuertes físicamente, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco
empáticos con sus víctimas. Se pueden distinguir tres tipos de acosadores:
1. Acosador intelectual: es aquel que con buenas habilidades sociales
y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que
cumplan sus órdenes.
2. Acosador poco inteligente: es aquel que manifiesta un
comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces
como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo.
3. Acosador víctima: es aquel que acosa a compañeros más jóvenes que
él y es a la vez acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia
casa.
·
La victima: suelen ser niños que
mantienen una excesiva protección de los padres, son tímidos, inseguros, etc.
Existen dos tipos de víctima:
1. Víctima pasiva: son físicamente débiles e inseguros, tienen poca
autoestima, depresión, ausencia de amigos, etc. Por lo que resulta fácil para
el acosador.
2. Víctima provocadora: suele tener un comportamiento molesto e
irritante para los demás, por lo que el acoso que sufren podría llegar a
parecer justificado.
·
Los espectadores: ellos por su
parte corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de
no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno.
Las
consecuencias del “bullying” tanto en las víctimas como en los agresores son
muy graves. En las víctimas se encuentra el deterioro de la autoestima,
ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones
negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud
mental en general, y para los agresores las conductas de acoso pueden hacerse
crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con
el consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo
violencia doméstica y de género.
Si alguien está
sufriendo "bullying” debe romper el silencio, tienen que informar y dar a
conocer si están sufriendo alguna situación de abuso físico o psicológico.
Debemos de ser conscientes de la importancia de mantener relaciones
interpersonales cordiales, positivas y mutuamente satisfactorias entre iguales.
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